Aceptemos con amor el otoño de la vida al igual que los árboles que pierden las hojas y se resisten al frío pero por dentro siguen vivos.
Y es por lo que siempre volverán a florecer.

Olga Maria Sain
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En el fondo, para ser felices basta con poco:
La compañía de las personas adecuadas,
esas capaces de compartir contigo
todos los colores de la vida.

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El pasado se recuerda, con el mañana se sueña, el hoy se vive

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Amo a quien va más allá de las palabras,
a quien no conoce límites asfixiantes,
a quien no conoce reglas determinantes.
Amo a quien sabe sorprenderme
con una canción, una poesía,
un apretón de manos, una sonrisa.
Me encantan, sobre todo, quienes saben reconocer
la belleza interior del alma y la valoran.

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No necesitamos razones para hacer las cosas, vamos a hacerlas solo por divertirnos, porque nos hacen felices.

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Pasará la tristeza, la melancolía y la soledad.
Así que levanta el rostro,
seca tus lágrimas y vete lejos de lo que te dañó,
lejos de todo para recuperarte a ti mismo.
Y luego vive.
Vive.

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Los pensamientos son deseos que llevamos dentro y si ellos nos hablan de una persona, es en ella donde reside nuestro corazón.

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Somos seres humanos imperfectos
y como tales tomamos decisiones a veces justas,
otras equivocadas.
A veces nos regocijamos, a veces sufrimos.
Sufrir es también aprender, crecer,
mientras que el gozo nos da la fuerza para vivir.

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Me tocabas la frente con suavidad y me decías: Eres hermosa así, cuando crees y creas solo cosas positivas

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Los corazones están hechos para ser tocados,
llenados, amados.
No deberían nunca ser usados, destrozados
y luego arrojados sin más.
El corazón quiere rápidamente,
pero si lo hieren
necesita años para estar bien.

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La conciencia de ser pequeños es la única manera que tenemos para intentar ser grandes.

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Cuando estaba triste,
mi madre me decía que cerrara los ojos
y pensara en una cosa hermosa.
Ahora tengo los ojos cerrados y pienso en ella.

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Si en tu corazón no tienes amor, eres tierra árida que no sabrá de flores.

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Nunca es fácil volver a empezar.
Pero rendirse no es el camino correcto.
Hay que luchar con las manos y con los dientes.
Morder cuando lo necesites.
Tienes que ser dulce y decidido con quién lo merece.
No debes renunciar.
Pero sobre todo no puedes quedarte inmóvil a esperar.
La vida pasa muy rápido, que perderla, es un verdadero pecado.

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Si puedo ver tu corazón voy a confiar en lo que veo.

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La vida es difícil, pero tú sigues adelante.
La vida es amarga, pero tú reaccionas.
La vida te levanta muros infranqueables y tú los saltas.
La vida te puede golpear la cara pero tú, sonreirás.
Pero bueno, hay algunos momentos
en los que la vida será dulzura, amor, alegría,
y entonces vives esos momentos,
y no piensas en cuántas veces te ha hecho caer.

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Cuando hay oscuridad la presencia de alguien que amas, lo ilumina todo.

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Cada tanto, renuncia a entender.
Cada tanto, renuncia a hablar.
Cada tanto, renuncia a pensar.
Y luego, detente y sonríe.
Así, sin motivo.

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No hay necesidad de correr hacia la felicidad, dando pasos pequeños hacia adentro, la hallaremos.

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Esto te lo dedico a ti, que, a pesar de las caídas,
las amarguras y las decepciones,
siempre encuentras la
fuerza para levantarte
porque sabes que la vida sigue.
Y vale el esfuerzo disfrutarla.

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Algunas veces la vida nos obliga a ocultar nuestra sensibilidad.

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Donar, amar, sonreír,
escuchar, abrazar y perdonar
no son simples gestos,
son semillas que se plantan
y que traerán felicidad.

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Tú brillas sobre los esplendores de mi pensamiento.
Tú me iluminas de una luz, que es para mí, casi insostenible.
Tú me das vida.

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La gente falsa no habla, insinúa.
No conversa, susurra.
No elogia, adula.
No desea, codicia.
No pide, exige.
No sonríe, muestra los dientes.
La gente falsa es pobre de espíritu,
porque no camina, se arrastra en la vida,
saboteando la felicidad de los demás.
La gente falsa ignora la belleza
y la nobleza de ánimo porque no ama,
y así termina por no vivir, apenas existe...

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No hay interlocutor más sorprendente que quien dice la verdad.

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Quien tiene defectos y es consciente de tenerlos,
emplea su tiempo en tratar de superarse.
Quien no se conoce a si mismo
y está convencido de haber logrado la perfección,
pasa su tiempo juzgando a los demás.

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El silencio de una persona es mucho más profundo que sus palabras, sobre todo cuando está decepcionada.

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Hay quienes tienen mucho
y sufren por algo que no han logrado obtener.
Y hay quienes no tienen nada
pero sonríen y agradecen cada día por la cosa más valiosa :
La vida.

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La sonrisa nos ayuda a encontrar el camino que nos lleve a nuestro corazón.

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No se exige el amor, se comienza con el dar.
El dar es un verbo que abre las puertas del corazón,
de lo improbable y a veces incluso de lo imposible.

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No se ama con el corazón, Se ama con el alma que empapa nuestra historia. Se ama aunque se sufra Y no se ama si no se tiene miedo a perder.

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En tu camino habrá momentos en los que te detendrás.
Otros en que abandonarás, encontrarás quien estará cerca
o te hallarás solo.
Habrá días en que serás feliz
y otros en que te sentirás triste.
No te has equivocado de camino...
Es la vida.

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Cada día hay un cajón que tienes que abrir.
No importa lo que encuentres, ni lo que hay realmente en su interior.
No interesa tampoco que aparezca lo que esperas.
Tú ábrelo de todos modos, e incluso si está vacío, imagina.

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Si quieres estar cerca de una persona,
no tienes que transitar caminos,
afrontar obstáculos, cruzar fronteras...
Basta con un simple pensamiento,
un gesto, un susurro que parta del corazón,
porque sabemos que el medio más rápido es el alma.
Ella es la que llegará a cualquier lugar...

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Los sueños no tienen fecha, no tienen prisa para hacerse realidad.
Están suspendidos entre el cielo y la tierra a merced de los vientos.
Regalan siempre emociones.
Y traen entre sus brazos la caricia de lo imposible...

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Nuestra fuerza está en ser verdaderos y sinceros
y en recordar que no estamos hechos para gustarle a todos.

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Ya sabes que hay cosas que podrían enseñarte, otras que podrías aprender de los libros. Pero hay cosas que hay que ver y sentir para entender.

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Las personas no se pierden jamás si las tienes en el corazón.
Puedes perder su presencia, su voz, su perfume.
Pero lo que tú has aprendido de ellos,
el dulce beso en la frente, en las manos,
lo que te han dejado, eso no lo perderás nunca.

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Tal vez esto es vivir: Respirar emociones sin tocarlas.

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Hay un tiempo para partir y uno para volver.
Hay un tiempo para equivocarse, uno para arreglarlo.
Hay un tiempo para confundir las cosas y uno para decidir.
Hay un tiempo pasado, tiempo que vendrá, un tiempo perdido.
Y luego está el tiempo más importante: el de ahora.
Vívelos, porque el tiempo no espera
y la vida pasa, sin esperar tus tiempos...

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La vida tiene el mejor modo de cubrirnos de hojas, hacernos tomar aliento sobre arena, elevar nuestras alas y lanzarnos a volar.

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No esperar nada es un gran arte.
Cuando no vivimos con muchas expectativas
nos relajamos y entramos en una nueva dimensión.
La de ser realmente libres.

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El futuro no se sueña, se crea.

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No se es especial, alguien nos convierte en especiales.
Y ese alguien se convierte en especial,
cuando logra ver en nosotros,
lo que el resto del mundo no buscó ni de trató de descubrir.

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La vida me hizo caer muchas veces,
me mostró su peor cara,
he vivido la tristeza y también las alegrías,
pero siempre me levanté para ver
y disfrutar lo maravillosa que, en definitiva, ella es.
Bella vida, te doy las gracias.

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Tenemos necesidad de pensamientos simples,
definidos con pocas palabras.
Te quiero.
Gracias.
Me equivoqué
Lo siento.
Te extraño
Llegué.

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Quedarse a solas ayuda a reordenar las ideas y a entender muchas cosas.

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No implores amor, ni pidas atención, no corras detrás de nadie. Esto no es orgullo, sino dignidad.

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Hay un silencio que tiene magia. No llega cuando no hay palabras, sino cuando aparece la comprensión.

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Aceptemos con amor el otoño de la vida como los árboles que pierden las hojas, se resisten al frío pero adentro siguen vivos. Y es por lo que siempre volverán a florecer.

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