sábado, 6 de febrero de 2016

El riesgo es la sal de la vida. Pero quien tiene las heridas abiertas lo evita cuidadosamente.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados


Cuando pase el viento de la vida,
hay que dejarse estar, abrir el corazón,
hacerlo pasar a través de las ventanas del alma.
Lo superfluo se irá, volará. Lo que importa seguirá siendo.
Y es como estar envuelto por un eterno abrazo
que es luz de esperanza.

Olga Maria Sain
©Derechos Reservados