En ciertos momentos la vida te llama al silencio, te pide dar valor a lo que eres, a lo que haces, a lo que dices, te pide retomar el equilibrio de tus pensamientos, a ser más que a parecer. Dando espacio a tus silencios puedes escuchar a los demás, pero sobre todo puedes escucharte a ti mismo. Y así nos tomamos descansos, pequeños oasis en el caos de la vida.