viernes, 6 de marzo de 2015

Como una cometa sin cuerdas y una mariposa sin alas, mi madre me enseñó a volar... con sueños.

Olga Maria Sain
© Derechos Reservados


A veces quisiera que me escucharas cuando estando a solas pronuncio con mucha tristeza: Te extraño.

Olga Maria Sain
© Derechos Reservados


El camino

El camino se presenta para andarlo.
Puedes detenerte y observarlo.
Disfrutar el paisaje.
Vivenciarlo.
Pero luego, decididamente estás llamado a transitar.
Detenerse no está mal algunas veces
Tú sabes cuánto tiempo
Y si no lo sabes aún,
lo sabrás.

Olga Maria Sain
© Derechos Reservados


Culpar a los otros por nuestra experiencia en la vida es inútil pues nadie puede salvarnos de nosotros mismos.

Olga Maria Sain
© Derechos Reservados


Cuando uno necesita estar solo.
Cuando necesita encontrar el orden.
Y el desvío.
Ese natural encuentro con uno mismo.
Con sus enconos. Y sus dolores.
Y la fragilidad de las fortalezas.
Las grietas de los muros.
Y ese deseo fecundo de encontrarnos.
Frágiles. Y sensibles.
Vulnerables. Accesibles.
Lejos de las razones y muy dentro del sentir.
Allí, donde se necesita que nos acunen.
Nos silencien con un beso.
Y en un abrazo pecho a pecho,
nos dejen saber que estamos vivos.
Dolidos.
Sentidos.
Vibrando el crecimiento.
Y su motivo.
Cuando uno necesita estar solo.
O lo que es mejor decir, acompañado de uno mismo.

Olga Maria Sain
© Derechos Reservados 2015