jueves, 11 de enero de 2018

Le deseo a la niña que soy que haga las paces con su pasado,
a las heridas que cicatricen y a los sueños que sigan volando alto.
Le deseo a la mujer en que me convertí que no se rinda y siga creyendo en el amor, a levantarse después de cada caída con más valentía y menos miedos.

Olga Maria Sain
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