Libertad, me he saciado de ti aunque dentro de tu acotada posibilidad, con la mirada al horizonte como si el vuelo de la vida se eternizase sin fronteras. Libertad... hoy quiero escarbar los contornos de mi alambrada, esa red que interiorizo hasta la ceguera de mi mirada, ley no escrita, acatamiento que lleva un falso sello de voluntad, la coraza del guardián que señala caminos -rectitud y compromiso - una moralidad conveniente, espesa túnica que seduce con hipnotismo hasta hacerme ver una desnudez en el sello de un espejo, arrancado de un laberinto. Libertad... hoy quiero exiliarte de mi servidumbre a tu quimera, llegar a tu centro hambriento y ser presa de tus fauces, - ¿mis emociones? - sentimientos que embargan como eslabones de cadenas, fingida su argolla rodeando un rosal... Hoy te pido libertad que me liberes de tu virtuosa semblanza que sólo yo barnicé en mi sombra, en mi rostro pensado, escondida entre los párpados de los sueños que sueñan. Quiero ser dueña de nada, de un espacio sin mi historia. Desconvocar recuerdos y olvidar la palabra olvido. Ser solamente vapor de mi aliento en un lecho de nieve helada.
Hacer, actuar, por pequeña que sea la acción produce algo que nos va expandiendo sin que nos demos cuenta. También poco a poco, nos va limpiando de miedos, inseguridades y dudas