Me acuerdo de mis padres para los que un " sí " o un " no " significaban eso. Los que me enseñaron que no se puede tener todo y ser feliz igual. Los que decían que a una persona se la conoce por sus acciones y no por lo que posee. Esos que no me daban lo que quería y sí lo que necesitaba o merecía. Los que me prepararon para la vida. Como hija los creía severos. Hoy sé que era educación.
Cuando alguien se centra tanto en hacer daño a otra persona, pronunciando frases llenas de odio y que rebosan de rabia, sólo hay una explicación: Mueve la atención sobre los defectos de los demás para ocultar los propios.
Vivo mi vida como si fuera un tren en marcha. No me arrepiento de las paradas que he dejado atrás, miro hacia adelante. No ruego a nadie que suba a bordo, pero acomodo en primera fila a quien realmente quiere ser parte del viaje.
No estoy en el mundo para competir con nadie. Quien quiere hacerlo conmigo pierde el tiempo. Amo hacerlo solo conmigo misma. Sobrepasar mis límites, vencer mis miedos, luchar contra mis defectos, superar las dificultades, ser cada día un poco mejor.
Una persona que no ha amado, no se conocerá jamás profundamente. Sólo un sentimiento intenso y radical como el amor puede hacer surgir esa parte de nosotros que no conocemos. La pasión que acompaña al amor revela las potencialidades emocionales, nos explica, incluso de manera traumática, quienes somos y de lo que somos capaces. Por eso, a veces, el miedo a amar esconde el miedo a conocernos a nosotros mismos.
Las cosas que pierdes a menudo son las que quieres demasiado o que amas demasiado. Porque ese "demasiado" te hace cometer muchos errores. Pero lo entiendes un tiempo después.
Las personas que más te enriquecen son las diferentes a ti, esas que te regalan una manera distinta de ver las cosas, esas que te abren la mente y te hacen entrar a otra parte del universo.
Lo que importa no estará bajo el árbol, No estará envuelto y no tendrá precio. Lo que realmente importa lo encontrarás en el aire, en un abrazo, en una simple sonrisa, en una mirada o en un beso.