No es que los recuerdos se diluyan o desaparezcan, todos están ahí, ocultos por la corteza delgada de la conciencia, incluso los que creíamos perdidos para siempre. A veces, se quedan para toda la vida, ocultos, a otros en cambio, cualquier factor los hace reaparecer.
Las verdaderas preguntas y las verdaderas respuestas no están hechas de vocablos sino de acciones, de gestos, de actos, de obras, en las que están incluidas también ciertas palabras.
Existen situaciones, personas, momentos, que con el tiempo nos son quitados pero que se quedan dentro nuestro, entre los pliegues del corazón. Nunca reprochemos que hayan pasado, solo agradezcamos que hayan podido existir.
Puedes tolerar y aceptar muchas cosas por amor, salvo que el único que ame seas solo tú. En tal caso respétate a ti mismo. Di adiós sin mirar atrás y sin arrepentimientos
Si buscas al amor, quizá se esconda. Si lo persigues, correrá muy rápido. Si lo esperas, no acude. El amor llega cuando no lo buscas, cuando no lo persigues y cuando no lo esperas. Porque el amor sucede. Y siempre es una sorpresa.
Generalmente las decisiones importantes se toman con el corazón, porque la mente analiza, sopesa, verifica y en ella residen los miedos. El coraje, en cambio, es una prerrogativa del corazón.
Nadie puede robarte lo que eres. Pueden intentar copiarte o imitarte. Pueden sentirse similares a ti. Pero tu ser, tu alma, tu corazón es único. Porque cada uno de nosotros es un ser distinto, original.
Hay personas que han logrado encontrar la llave de tu corazón porque ellos como tú han conseguido ir más allá. Y cada uno de nosotros reconoce siempre a sus similares.
Y luego cuando llega la noche inevitablemente piensas en las cosas que habrías podido decir y has callado, las que podrías hacer hecho y has tenido miedo. Pero las emociones más hermosas están hechas también de estos temores, de estas incertidumbres. Y no pienses que mañana no tendrás problemas. Fallarás quizás porque no eres perfecto. Preocúpate sólo de cometer errores diferentes si quieres aprender cosas nuevas.
Con cada persona que encuentras estableces contactos diferentes. Hay personas que no te afectan en nada; otras que te rozan apenas; otras, en cambio te tocan realmente; otras incluso tienen la capacidad de equilibrarte. Y luego están las más importantes, las que difícilmente podrás olvidar, las que te atraviesan el alma y allí se quedan.
La felicidad no siempre se presenta después de haber sufrido mucho, llega un momento en el que uno elige serlo. Es una decisión que tomamos a pesar de todo.