Quien teme sufrir, ya sufre. Quién teme amar, no ama. Quién tiene miedo a morir, ya muere. Las sensaciones no mienten, lo que se teme ya está ocurriendo.
Quiero que todo sea ligero, que sea puro, que venga por libre albedrío. No quiero nada que no sea verdadero, que se vea obligado, porque me siento libre, libre de cualquier vínculo, aceptando los sí y también los no.
Sucede que en ocasiones no quedan palabras por decir, en esas oportunidades sólo el sentir y el silencio se comprenden. Viejos cómplices que entienden que hay veces que un poco de nosotros muere para poder renacer y seguir viviendo.
Muchas veces sentimos que hemos muerto por dentro, que todos nuestros anhelos han perecido, sin embargo siempre hay algo en las entrañas de nuestro ser que sobrevive.
Para dormir, tiene que acurrucarse toda tu vida bajo las sábanas: pensamientos, recuerdos, sentimientos; es difícil el descanso si algo no está incluido.
Antes de comenzar tu día, aprende a separar lo que es real de lo falso, lo transitorio de lo eterno, la ciencia de la razón de la sabiduría del alma, lo que ven los ojos y lo que ve el corazón